Los vinos de Málaga se reinventan
El sector saca nuevos productos a la venta a demanda de los consumidores para adaptarse a los tiempos actuales
Espumosos, caldos con poca graduación o sin ninguna, tintos elaborados con cepas viejas y ediciones numeradas son las novedades vinícolas de este año para el mercado
Si los jóvenes consumen vinos espumosos ¿por qué no producírselos? La filosofía de José Suárez, gerente de las Bodegas Quitapenas, es la misma que hoy tienen otros bodegueros de la provincia: darle al mercado lo que los consumidores demandan. Por eso, los vinos de Málaga se están reinventando y están apareciendo o van a aparecer nuevos productos vinícolas que sorprenderán a muchos paladares: espumosos, caldos con poca graduación o sin ninguna, tintos de cepas viejas... un intenso abanico de sabores y texturas a tener en cuenta. Como los que están preparando en las Bodegas Quitapenas, que han decidido darle aún más alegría a los nuevos productos que están elaborando y que llegarán al mercado en la primera quincena de julio con un toque de burbujas.
Estos espumosos en los que trabaja Quitapenas, que no se denominarán así en el etiquetado porque la reglamentación europea dice que espumoso es para denominar los elaborados es otras zonas -apunta el gerente José Suárez-, se comercializarán con cuatro marcas. Una de ellas será Florestel, muy conocida en los 60 y recuperada ahora por la bodega, con la que se venderá un moscatel malagueño y espumoso que tendrá 7º de alcohol. Tachín, será otra de las marcas recuperadas y «enfocada para la juventud» con la que Quitapenas comercializará un blanco semidulce y un rosado con 5º que, cómo no, serán también espumosos. La tercera marca es Tintoreto, que serán tintos malagueños de la variedad Sirah con toques de roble y espumosos también. Estas tres marcas «van a ser vinos parcialmente desalcoholizados, que ya están haciendo muchas empresas en España para abrir el universo de los productos», apunta Suárez para añadir que Quitapenas también va a sacar un desalcoholizado, que será «un moscatel sin alcohol» que se comercializará con la marca Axarco. «Es un vino de la zona de la Axarquía y también le vamos a dar sus burbujitas. Es lo que pide la juventud», apunta Suárez, que cree que estos caldos que sacarán en julio serán los primeros espumosos de Málaga. Su destino será el mercado nacional, aunque también ya tienen demandas de países como Estados Unidos interesados en estos productos bajos en alcohol y sin alcohol. «El universo se nos abre ahora muchísimo», admite el gerente, que recordó que en Málaga ya se bebía hace 40 años el Florestel, además en muchos establecimientos «se mezcla el moscatel con soda y gusta muchísimo».
Doradilla de 1960
En Tierras de Mollina, integrada en el Grupo Hojiblanca desde 2008 para la comercialización de sus marcas, también están trabajando en «un espumoso» elaborado con Moscatel de grano menudo con el método charmat, aunque por ahora es solo «un proyecto», que de salir adelante se llamará Apiane. Lo cierto es que el mercado se lo está pidiendo: «En Estados Unidos, en Japón, en Brasil... hay demanda de este producto», explica Arturo Jimena, delegado comercial. Lo que sí es una realidad con nombre y apellido es su Montespejo Cepas Viejas, que «ya se está envasando». «Es un vino blanco hecho cien por cien con Doradilla fermentado en barrica, con ocho meses», explica Jimena. Este vino surge después de que Cayetano Garijo, que fue jefe del Servicio de Agricultura de la Junta y presidente del Consejo Regulador de las denominaciones de Origen Málaga, Sierra de Málaga y Pasas de Málaga, pusiese en marcha el proyecto de sembrar en Mollina cepas tintas para ver qué variedades se adaptaban al terreno. «Cayetano descubrió la Doradilla, uva autóctona de Málaga, como potencial de buena calidad y hablando con él se me ocurrió hacer un fermentado en barrica con la Doradilla. Hemos comprado barrica de roble francés para la fermentación de esta Doradilla, que es de 1960, la más antigua que tenemos en Mollina, y que se está cultivando de manera ecológica», explica Jimena. Ahora este Mostespejo Cepas Viejas tendrá que estar un tiempo embotellado antes de salir al mercado a finales de este año o principios de 2013 en una edición limitada y numerada de algo más de mil botellas que se venderá en vinotecas y restaurantes de alto prestigio. «No existe ningún vino de esas características. Es dorado, con una mineralidad muy alta y tiene muchos aromas», añade.
Vinos con poco alcohol
«Al consumidor hay que sorprenderlo y buscar cosas novedosas que le llamen la atención y más nosotros que somos una empresa pequeña y familiar», afirma Antonio Navarro, el enólogo y copropietario de Cortijo La Fuente, bodega familiar puesta en marcha en 2008. Esta empresa también está trabajando en nuevos productos, algunos con poca graduación, como los de las Bodegas Quitapenas, aunque sin burbujas. En este sentido, Navarro explica que están proyectando un naturalmente dulce elaborado con uvas Moscatel de Alejandría de solo 9º, cuando lo normal es que tengan más de 13º. «Tenemos la fórmula y ahora se tienen que dar las condiciones idóneas de meteorología para que la uva se solee bien», por lo que se elaborará el año que vine, matiza el enólogo. «Tiene una gran concentración de aromas y equilibrio de sabores en boca. No resulta nada dulce, es un vino que resulta fresco, que en boca es lleno, amplio y no resulta nada empalagoso. Eso unido con la poca graduación hace que sea un vino totalmente novedoso», apunta Navarro, que afirma que aún no tienen definido el nombre para este naturalmente dulce de Cortijo La Fuente, bodega que está elaborando ahora un tinto realizado al 50% con Sirah y Cabernet Sauvignon. «Va a ser nuestro primer tinto crianza que lancemos al mercado. Ha macerado con los orujos durante 20 días y luego ha realizado la fermentación en barrica y posteriormente ha envejecido 12 meses en roble americano y ahora está envejeciendo en botella», apunta Navarro, que calcula que para otoño puede tener en el mercado el primer tinto crianza de la bodega.
Ediciones numeradas
Otra tendencia del mercado vinícola malagueño es sacar ediciones numeradas, como el Mostespejo Cepas Viejas de Tierras de Mollina. En Doña Felisa han sacado hace un mes al mercado el primer blanco de la bodega, un cien por cien Chardonnay del que se han hecho 2.400 botellas numeradas llamado Cloe, explica José María Losantos, propietario de la bodega. «Hemos hecho una elaboración con hielo seco, parte en barrica y parte en depósito y luego se ha hecho un ensamblaje y se ha embotellado», apunta Losantos para añadir que su nuevo producto se agotó prácticamente en 20 días. «La idea nuestra es seguir elaborándolo, quizá aumentar un poquito más la producción dado que ha tenido una buena acogida en el mercado. Hacíamos solo tinto y un poquito de rosado y esto era rellenar las opciones de mercado, ya que habían bastantes clientes que nos pedían un vino blanco», añade. «La gente que lo ha catado lo que dice es que es un Chardonnay especial, no es el blanco al que estamos acostumbrado. Es un blanco con bastante carácter, con grado... la verdad es que la repercusión ha sido muy buena y estamos muy contentos por la acogida», afirma el propietario de la bodega rondeña Doña Felisa, que tiene el objetivo de ir mejorando su producción y sacar el máximo rendimiento de calidad posible. «La tendencia del consumidor es cada vez más especialista, busca diferencias y es un poco donde estamos intentando marcar las pautas. También tenemos que competir en un mercado muy complicado. Ronda es una zona emergente que acaba de empezar y hay zonas consolidadas y marcas consolidadas y al final el cliente lo que busca es la relación calidad-precio», explica Losantos, que también es presidente de la Asociación de Bodegueros de Ronda.
El primer tinto
Y si Doña Felisa ha sacado a la venta su primer blanco, la Bodega Antigua Casa de Guardia ha sacado su primer tinto. Ignacio Garijo, director comercial, explica que el nuevo producto de esta mítica bodega malagueña se llama Chapera Tinto y salió al mercado en diciembre del año pasado. «Está producido con uva cien por cien Sirah y tiene aproximadamente tres meses en madera de roble francés de dos años y tostado medio», matiza. Chapera Tinto con 14,5º es un vino «color rojo cereza, limpio y brillante, de aroma fresco, fruta roja, lácteos, fina madera. Sabroso y con vigor», según indica su ficha de cata. Al igual que otros nuevos productos ya mencionados, de Chapera Tinto se hicieron unas mil botellas, aunque la previsión de la Bodega Antigua Casa del Guardia es seguir produciendo este tinto que demandan sus clientes y que pertenece a la Denominación de Origen Sierras de Málaga. De hecho, se ha embotellado hace menos de un mes la cosecha de 2011, que se va a empezar a vender ahora. También han sacado Lagar del Romerillo, un dulce natural con una crianza de año y medio en botas de roble americano y elaborado según el sistema de criaderas y soleras. Es el primer dulce natural Pedro Ximén de la bodega, que tiene otros dulces naturales.
Bodegas Dimobe, ubicadas en Moclinejo, ha sacado este año también dos nuevos vinos: Lagar del Zar, tinto naturalmente dulce y Finca La Indiana, un tinto crianza elaborado con uva Petit Verdot. «El Lagar del Zar surge tras observar como uno de los liños de uva tempranillo que tenemos en Ronda estaba sobremadurado y tenía buenas cualidades para poder hacer con él un tinto dulce, a esta uva le añadimos Sirah y la autóctona Romé», apunta Juan José Moreno, director comercial, para añadir que Finca La Indiana es el primer tinto de la bodega elaborado con Petit Verdot. Además, Dimobe desarrolla un nuevo proyecto con otras dos empresas malagueñas en el que maridarán sus vinos dulces con una nueva línea de tartas y postres en cuya elaboración intervienen los vinos Zumbral y Lagar del Zar.
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